6/21/2008

82/ Santiago del Teide


Denominado con anterioridad Valle de Santiago, el municipio de Santiago del Teide pertenecía, según, J. Béthencourt Afonso, al menceyato de Adeje, conservándose abundantes huellas de este pasado prehispánico.
Acabada la conquista se conceden los primeros repartimientos de tierras, siendo el extremeño Juan Cabeza el beneficiario de una data en esta zona hacia 1508. Desde muy antiguo hubo en estos parajes una ermita cuyo titular era Santiago; en 1676, el obispo Bartolomé García Jiménez comprendió la necesidad de crear una parroquia en la región, sin depender de la de Buenavista, y realizó las gestiones necesarias ante la Corona, que dio su aprobación. El Señor del Valle de Santiago (Señorío constituido por cédula de 3 de julio de 1663), don Fernando del Hoyo y Solórzano, se ofreció a la construcción de una nueva iglesia, dedicada a San Fernando, a la que se incorporaría la antigua ermita de Santiago. Así las cosas, la parroquia se crea el 9 de septiembre de 1679. El municipio nació como tal en la etapa constitucional; también a principios del siglo XIX se extingue el Señorío de Valle de Santiago, por las Cortes de Cádiz. Santiago del Teide conoce un importante despegue cuando hasta él llega la carretera en 1930 y con el alumbramiento de galerías de agua hacia 1950, junto con la aparición del turismo en la década de los sesenta. Inici
VISITAS DE INTERÉS NATURAL
El Parque Nacional del Teide supone un pequeño sector del extremo oriental, que incluye las laderas del estrato volcán Pico Viejo. A continuación, un amplísimo espacio que se cataloga dentro del Parque Natural de la Corona Forestal. Reúne una serie de volcanes y malpaíses asociados, que forman parte de la cumbre de Abeque, entre los que se localiza la erupción histórica del Chinyero (1909). A ello se añade la importante cubierta vegetal y el interés faunístico.
El Parque Natural de Teno une al espectacular paisaje donde se localizan los impresionantes acantilados del litoral, el accidentado relieve de este macizo antiguo, que sirve de refugio a numerosos y raros endemismos vegetales y animales.
No faltan en la costa espacios de interés, existiendo asimismo un Área Recreativa a la entrada de la localidad de Santiago del Teide.
Ballenas y delfines:
Nuestro litoral reconocido como lugar de interés comunitario dentro de la red natura 2000 de la Unión Europea por alojar en sus aguas un número elevado de cetáceos, aspira a ser declarado reserva marina.El más frecuente el Calderón Tropical, el Delfín Mular y el Rorcual Tropical, un cetáceo del grupo de las ballenas que puede llegar a alcanzar los 14 metros de longitud. Su fácil avistamiento es todo un lujo, el mejor broche para hacer el viaje algo inolvidable.Sorpresa tras sorpresa que nos van acercando a los siempre imponentes Acantilados de Los Gigantes, donde se ha descubierto una población de lagarto canario moteado cuya presencia ensalza, a este enclave tan especial; reducto de las ultimas parejas de guincho o águila pescadora de la isla.
Belleza y exclusividad:
Belleza y exclusividad incrementadas por la espectacularidad de la amargosa, endemismo de teno que cuelga de las paredes de los acantilados mostrando sus vistosas flores amarillas y que completa esa otra vegetación costera representada por la lechuga de mar, la tabaiba dulce de porte achaparrado, el romero marino de flores rosadas y el balón, que nos acompañara hasta alcanzar la zona de medianías.Nueva franja tapizada por la característica tabaiba amarga, verodes, cornical, tasaigo, matorrisco y por los cardones en las partes más altas y escarpadas.La retama se impone a medida que se asciende cubriendo grandes laderas y embriagando con su perfume cuando florece de igual manera adquieren importancia los carnosos bejuquees que tanto varían a lo largo de su desarrollo y el tajinaste de porte almohadillado y múltiples conos de flores blancas.Los pequeños bosques de guaydiles que crecen en torno a tamaimo representan al desaparecido bosque termo filo que llego a alojar sabinas, dragos, palmeras, almácigos, acebuches y una gran variedad de especies arbóreas y arbustivas. En la actualidad solo queda la huella de guaydiles y alguna sabina dispersa. Curiosas son las poblaciones de leña blanca y dama que crecen, entre tabaibas amargas y retamas, sobre los antiguos campos de cultivo de guama y ninfa.
Endemismos y aves de altos vuelos:
La llamativa y elegante tabaiba roja, endemismo tinerfeño, encuentra en las laderas mas frescas de Santiago del Teide un buen lugar para su desarrollo.En cuanto a la fauna que habita estas alturas, los invertebrados son los más numerosos. De los vertebrados, las aves son las que mayor número de especies presentan, destacando por su tamaño los cernícalos, aguilillas y cuervos, en peligro de extinción estos últimos dentro del territorio canario. Mas pequeños e inquietos, el mosquitero y el herrerillo, comunes en Santiago del Teide.Sobre los 1000 mts, la comunidad vegetal cambia, dando paso al blanco escobon en flor, la cerraja de flores amarillas y la vinagrera. Por encima, en las cotas mas altas, el pinar. Bosques de pino canario, muy resistente al fuego, que antiguamente constituyeron una gran fuente de riqueza. En el sotobosque crece el codeso e incluso, entre tabaibas amargas y retamas, también el rosalito de cumbre, endemismo tinerfeño y la fistulera de curiosas flores poco vistosas.Zona de pinar que da cobijo al pinzon azul, una de las cinco aves endémicas de canarias. Y como emblemático, el alhelí que se puede observar en la zona alta; subespecie del alheli del teide que crece exclusivamente sobre algunas zonas rocosas y secas del municipio.Una orquídea de hasta medio metro de altura y una chamorra que se desarrolla bajo el roque el herrero constituyen los endemismos locales. Especies que junto con el oro de risco, no exclusivo de Santiago del Teide, se encuentra en peligro de extinción.Santiago del Teide ofrece al viajero instalaciones deportivas al más alto nivelEl submarinismo y la pesca mandan en el litoral y en el interior es el senderismo el que se lleva la palma.Santiago del Teide reúne todos los ingredientes necesarios para disfrutar de cualquier actividad al aire libre. Pero si de algo puede presumir, además de sus instalaciones, es de ser un paraíso para los deportes náuticos; pesca, submarinismo, vela etc. Una oferta que se completa en el litoral con el alquiler de motos acuáticas, actividades de buceo y excursiones en barco a entornos marinos donde pronto nos acompañaran ballenas y delfines.El interior se ofrece irresistible para los amantes del senderismo, espeleológica y escalada. La naturaleza ha sido generosa con estas tierras, otorgando mil y un caminos para su descubrimiento.Rutas como las que unen Arguayo con Santiago del Teide por la "pata del guanche", el Calvario de los Baldíos con el Chinyero a través de un impresionante sendero entre áridas lenguas de lava reciente, la que rodea el mítico volcán regalándonos una espectacular panorámica del Teide y Pico Viejo, la que comunica Tamaimo con Arguayo por el camino del Herrero, la atrevida de el Molledo a Los Gigantes por Barranco Seco. Valle de Arriba a Arguayo por Bilma y Las Manchas, Tamaimo a Los Gigantes adentrándonos en Guama y Ninfa, Santiago del Teide a Puerto de Santiago, recorriendo casi en su totalidad el Valle de Santiago del Teide
VISITAS DE INTERÉS CULTURAL
En el término municipal se conservan abundantes vestigios de su pasado prehispánico. El Retamar, Arguayo, Puerto de Santiago, Montaña de Samara, Tamaimo, Andén del Ramo, Montaña de Guama, La Cabezada, Chimayache, El Roque, Los Quemados, ... han descubierto poblados, cuevas sepulcrales, objetos diversos, etc., restos de la época en que los aborígenes señoreaban la zona. La iglesia parroquial de San Fernando es también centro de atención, sus cúpulas de media naranja son fruto de reformas efectuadas dentro de este siglo, junto a las realizadas en otras partes del templo. En su interior conserva interesantes piezas de arte. Arguayo es importante por su alfarería y, en Santiago, no podemos dejar de visitar la Casa del Patio y Lagares, vivienda señorial del siglo XVII, en trámite de declaración como monumento histórico-artístico.